Este es uno de los Sedum que más nos gusta, tanto por su forma compacta, como por su coloración y si además de esto, le añadimos que tiene una gran resistencia a la falta de agua y al frío, lo hace un claro candidato a formar parte de casi cualquier jardín.
Lo podemos encontrar en fisuras de balcones, desagües de casas viejas o algunos tejados, pero su lugar preferido son los muros de piedra, donde crece entre las piedras formando grupos compactos más o menos grandes. Su coloración suele ser de un verde azulado o turquesa si no le da mucho sol, en caso contrario tiende más a tonalidades grisáceas o incluso algo rosadas, cosa que también lo hace bien atractivo.
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Ejemplar fotografiado en un muro de piedra en Montserrat |
Su floración se produce durante los meses de primavera y verano. Las flores pueden ser blancas o ligeramente rosadas y tienen una medida pequeña, cosa que acaba de conferir a la planta un aspecto delicado.
La reproducción o mejor dicho, propagación, es extremadamente sencilla,
ya que cualquier hoja o tallo es capaz de sacar a los pocos días de ser
cortado, unas raicillas que en poco tiempo fijan la planta al sustrato
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Ejemplar de un muro de piedra en Sant Boi de Lluçanès |
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Se distribuye por toda la península ibérica, pero de una forma discontinua, eligiendo principalmente zonas calcáreas, desde el nivel del mar a altitudes cercanas a los 2.500 m.
Todas estas características la hacen una planta que podemos tener fácilmente en cualquier terraza o jardín, tanto en macetas o jardineras como en rocallas, pero como mejor luce, es en las grietas de algún muro, donde crece con su aspecto más natural.
Mon Natural