jueves, 3 de diciembre de 2015

Sedum dasyphyllum

Este es uno de los Sedum que más nos gusta, tanto por su forma compacta, como por su coloración y si además de esto, le añadimos que tiene una gran resistencia a la falta de agua y al frío, lo hace un claro candidato a formar parte de casi cualquier jardín.

Lo podemos encontrar en fisuras de balcones, desagües de casas viejas o algunos tejados, pero su lugar preferido son los muros de piedra, donde crece entre las piedras formando grupos compactos más o menos grandes. Su coloración suele ser de un verde azulado o turquesa si no le da mucho sol, en caso contrario tiende más a tonalidades grisáceas o incluso algo rosadas, cosa que también lo hace bien atractivo.

Ejemplar fotografiado en un muro de piedra en Montserrat

Su floración se produce durante los meses de primavera y verano. Las flores pueden ser blancas o ligeramente rosadas y tienen una medida pequeña, cosa que acaba de conferir a la planta un aspecto delicado.

La reproducción o mejor dicho, propagación, es extremadamente sencilla, ya que cualquier hoja o tallo es capaz de sacar a los pocos días de ser cortado, unas raicillas que en poco tiempo fijan la planta al sustrato

Ejemplar de un muro de piedra en Sant Boi de Lluçanès
Se distribuye por toda la península ibérica, pero de una forma discontinua, eligiendo principalmente zonas calcáreas, desde el nivel del mar a altitudes cercanas a los 2.500 m.

Todas estas características la hacen una planta que podemos tener fácilmente en cualquier terraza o jardín, tanto en macetas o jardineras como en rocallas, pero como mejor luce, es en las grietas de algún muro, donde crece con su aspecto más natural.



Mon Natural

jueves, 26 de noviembre de 2015

Cómo atraer anfibios a tu jardín

Los anfibios son un grupo de animales que cada día están en peor situación a nivel mundial, sus poblaciones, en general, van a la baja y en algunas ocasiones incluso han llegado a extinguirse completamente. Desde aquí, vamos a intentar dar unas ideas y pautas para conseguir tener una buena población de anfibios que pululen por nuestro jardín de manera que ellos se beneficien de un lugar donde vivir y nosotros de que nos ayuden, con su enorme voracidad, a eliminar una ingente cantidad de insectos cada día.

Para empezar, diremos que a diferencia de lo que cree mucha gente, los anfibios no son peligrosos, no te escupen y se te cae el pelo, ni nada por el estilo. Al menos los que tenemos aquí. Es cierto que algunas ranas sudamericanas son bien conocidas por su potente veneno, que es utilizado por los indígenas, que untan sus flechas con este veneno para cazar en la selva, pero aquí eso no pasa.

En Europa los anfibios podríamos decir que son, en algunas ocasiones, tóxicos. Su piel segrega una sustancia que es irritante al contacto con las mucosas, por lo que es recomendable no tocarnos los ojos o la boca sin antes lavarnos las manos si hemos tocado un anfibio, pero esto debería ser un hábito de higiene después de tocar cualquier animal. También hay que decir que lo ideal es no tocarlos, ya que la piel de estos es tan delicada que si los manipulamos podemos causarles importantes daños que pueden acabar en la muerte de alguno de estos anfibios días después de haberlos manipulado, por haberles contagiado hongos o haberlos herido sin querer, cosa que puede provocar que hayan podido coger alguna infección por la piel dañada.

Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que en los alrededores hay poblaciones naturales de anfibios, y de que nuestro jardín es permeable a estos, ya que es la única manera de que puedan acceder al interior de manera voluntaria. Algunas ranas son arborícolas y pueden trepar por muros o vegetación, pero otras y sobretodo sapos, tritones y salamandras, son completamente terrestres.

Dicho esto, vamos a dar algunos consejos para facilitarles su estancia en el jardín.

Los anfibios, a diferencia de los reptiles, suelen buscar ambientes húmedos. Esto es debido a que necesitan mantener su piel húmeda, ya que una parte importante de su respiración es cutánea, esto no quiere decir que a algunas especies les guste tomar el sol en una rama o al borde de una charca. De hecho, cada especie tiene sus preferencias y lo mejor es intentar ofrecer algo interesante a todas ellas.

Lo que sí une a todas las especies es el agua. Es prácticamente indispensable tener una charca, balsa, estanque, piscina, etc... lo podemos llamar como queráis, pero en definitiva se trata de un punto de agua adaptado a las necesidades de los anfibios.

Digo adaptado, porque es muy importante que tenga un fácil acceso y una mejor salida, así como puntos flotantes, vegetación sumergida y palustre, además de zonas más y menos profundas. Sin estos puntos, podrán venir, pero seguramente no les guste y se marcharán, o en el peor de los casos, no podrán salir y se ahogarán.

Si disponemos de espacio, puede ser relativamente sencillo colocar un punto de agua con alguna de las diferentes opciones que nos ofrece el mercado. Existen estanques prefabricados que nos permiten excavar un agujero en el suelo, colocarlo en su sitio y llenar de agua de una forma muy sencilla y con resultados muy buenos, además existen de una gran variedad de medidas. Aun y así, también podemos por optar por la opción de intentar adaptarnos a una medidas o formas concretas por lo que tengamos que recurrir a utilizar lonas impermeables como el pvc o el butilo, que es un tipo de caucho que se utiliza para la construcción y que ofrece una durabilidad mínima de 20 ó 30 años. Esta opción tiene la ventaja de que podemos diseñar a nuestro antojo la forma el tamaño y la profundidad del estanque. Y eso es una gran ventaja.

Como cada especie tiene unas necesidades diferentes en cuanto a las características del punto de agua, lo ideal sería tenerlas en cuenta todas, cosa complicada, o ceñirnos a las de las especies que sepamos que se van a acercar a nuestro jardín.

Alytes obstetricans con la puesta a sus espaldas
Algunas especies, como las del género Alytes, son capaces de adaptarse a casi cualquier punto de agua, incluso los más pequeños como cubos, en los que no dudan en liberar los renacuajos si no tienen otro punto más grande. Otra especie que también libera sus larvas en pequeños puntos de agua es Salamandra salamandra, que prefiere zonas de poca profundidad, (es una mala nadadora y se ahoga con facilidad) aunque también aprovecha puntos de agua más grandes sin problema. También tenemos especies como Epidalea calamita, que prefiere claramente aguas muy someras y, generalmente, soleadas, por lo que nuestro estanque debería tener una gran superficie y poca profundidad 10 ó 15 cm. si queremos que venga a reproducirse en nuestro jardín.

Salamandra salamandra en una zona poco profunda del estanque

Por otro lado están las especies que prefieren los puntos de agua más grandes, estas especies son el resto de urodelos, es decir, los tritones, que a sus larvas les encanta nadar libres a dos aguas, por lo que necesitaremos una buena columna de agua si queremos verlos, al menos 50 cm. y unos dos metros de diámetro. En este mismo punto, tenemos a Bufo spinosus, Pelophylax perezi, Pelodytes punctatus, Hyla meridionalis, estas especies también buscan puntos de agua de cierta envergadura, por lo que las medidas facilitadas para los tritones, sería buenos para estos otros anfibios. De todas formas los Bufo prefieren aguas sin mucha vegetación, mientras que las otras la prefieren con algo de esta, siempre y cuando tengan zonas libres para nadar sus larvas, sobretodo las de Hyla meridionalis, que les encanta comer filtrando la superficie del agua. Además a esta especie, le encanta la vegetación arbustiva justo al borde del estanque, ya que es donde permanecen los adultos y a donde van a parar los recién metamorfoseados nada más salir del agua.

Por lo tanto, un punto de agua, que reúna todas estas características, hará las delicias de casi todos los anfibios.

Otro factor a tener en cuenta, es la de los refugios. Los anfibios no se pasan todo el día en el agua, excepto alguna especie concreta, por lo que deberíamos proporcionarles tanto puntos de refugio, como zonas para alimentarse.

Para los refugios, podemos utilizar montículos de piedras similares a los descritos para reptiles en este mismo blog, pero teniendo en cuenta que en lugar de situarlos al sol, deberían permanecer el mayor tiempo posible a la sombra, así evitaremos que se sobrecalienten y que los anfibios mueran de calor y también, que no hace falta que sean tan grandes, pueden ser más pequeños. Además de estos montículos, a los anfibios les encanta esconderse bajo troncos medio podridos y en montones de leña. Así que si buscamos puntos cerca del agua y otros más alejados donde colocar estos refugios, seguro que una buena cantidad de anfibios camparán a sus anchas por nuestro jardín.

Bufo spinosus que llegó famélico a nuestro jardín


El mismo ejemplar un tiempo después











Y ya para acabar, el tema de la alimentación. Por motivos obvios, hay que tener cuidado de no utilizar insecticidas.

Algunos troncos y zonas despejadas de vegetación, pueden complementar perfectamente las necesidades de muchos anfibios que salen a comer a prados, caminos, etc...

Se ha comprobado que los anfibios en general, pero sobretodo los sapos, comen grandes cantidades de insectos cada noche, por lo que si conseguimos tener una buena población cerca de nosotros, nos liberarán de una buena cantidad de éstos.


Mon Natural

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cómo atraer reptiles a tu jardín

Los reptiles son animales que generalmente no gozan de muy buena fama, por un motivo u otro casi siempre se les ha repudiado y en algunas ocasiones hasta se les ha atribuido propiedades que no se ajustan en nada a la realidad. También es cierto que en muchos casos, sobretodo en el de las serpientes, generan directamente miedo.

Por otro lado, hay gente a la que estos animales, por suerte, despiertan un interés y fascinación totalmente opuestos a los sentimientos descritos anteriormente.

Por norma, los reptiles suelen buscarse la vida perfectamente y ya colonizan de manera natural nuestros jardines y parques, pero si tenemos claras algunas de sus necesidades o preferencias, podemos incidir de manera natural para que vengan aun más y se sientan tan a gusto con su entorno que no quieran irse de nuestro jardín.

Nos vamos a centrar sobretodo en lagartijas, lagartos y geckos, ya que son los que nos va a resultar más sencillo atraer de una manera natural y que no nos van a causar ningún problema, ni a nosotros ni a nuestros vecinos, pero no nos olvidemos que también podemos conseguir que vengan otro tipo de reptiles si se siente a gusto en nuestro jardín.

Anguis fragilis observado en nuestro jardín

En primer lugar, os recordamos que, la gran mayoría de especies de reptiles autóctonos se encuentran protegidos por una u otra ley de protección de fauna silvestre y que es recomendable respetarla, por lo que no sería aconsejable capturar y manipular estos animales. Nuestra única intención ha de ser la de ofrecer ciertas condiciones que los reptiles encuentren atractivas para tenerlos bien cerca y poder aprovechar para observarlos y de paso que puedan reproducirse de manera natural y aumentar sus maltrechas poblaciones. Vamos, que sería algo similar a poner comederos y cajas nido para aves.

Una de las principales necesidades de los reptiles es la de calentarse al sol, ya sabemos que son animales ectotermos y eso significa que necesitan de fuentes de calor externas para poder alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento, así que un requisito que ha de tener nuestro jardín, es un buen número de horas de sol. Pero ojo, esto no quiere decir que no haya nada de sombra, ya que al igual que necesitan el sol para calentarse, también necesitan sombra para poder bajar la temperatura si hace demasiado calor.

A los reptiles les gusta tomar el sol en muros o piedras grandes, que además les sirven de refugio. Por lo tanto, tenemos que buscar diferentes puntos del jardín, preferentemente con sol durante el máximo de horas al día y que estén situados cerca de paredes, muros, árboles de gran tamaño, etc... En el suelo sería ideal acumular piedras de diferentes tamaños que facilitarán que las lagartijas se puedan esconder cuando lo necesiten.

Juvenil de Podarcis liolepis tomando el sol en un muro de piedra


Estos montículos los podemos hacer simplemente poniendo unas piedras encima de otras intentando que las piedras más grandes, 10, 15 ó 20 cm de diámetro, se sitúen en el centro y suelo, (las más pequeñas las podemos dejar para rellenar huecos y dar estabilidad a algunas piedras grandes) formando una base redonda o en semicírculo si lo hacemos tocando a una pared, de al menos 50 cm de diámetro, aunque lo ideal es de un metro. Encima de esta primera o segunda capa de piedras, podemos colocar una piedra plana de pizarra, de forma que los reptiles que quieran, como los geckos, puedan colocarse debajo, también servirá para mantener seca esa zona. A partir de ahí podemos ir subiendo las capas de piedras formando un cono.

Posteriormente si queremos, podemos colocar algunos troncos o ramas retorcidas, de las que podemos encontrar en las tiendas de animales o en los pantanos que además de decorar nuestro montículo, hará que las lagartijas los utilicen para tomar el sol o cazar.

Y ya por último, podemos colocar algún platito de barro de estos de postre y con paredes barnizadas y lisas, donde colocar de vez en cuando algunos gusanos de harina que harán las delicias de las lagartijas y geckos que colonicen nuestro refugio para reptiles.


Mon Natural

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sedum sediforme

En esta entrada vamos a hablar de una planta que siempre nos ha fascinado y eso que es de lo más común. La podemos encontrar por todos sitios, siempre y cuando no sean excesivamente húmedos.

Sedum sediforme es una planta suculenta de hojas carnosas en forma de uña de gato con una coloración verde azulada y que tiene la capacidad de almacenar agua, esta característica hace que resista sin problema los veranos más duros de la región mediterránea, de donde es oriunda, aunque se la puede encontrar por todo el mundo.
Sedum sediforme de Sant Boi de Lluçanès (813 msnm)


La podemos encontrar en zonas expuestas al sol, en casi todo tipo de terrenos, ácidos o básicos, incluso sobre muros y tejados puede llegar a ser muy abundante. Altitudinalmente se encuentra desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros.

Aunque se puede localizar a grandes alturas, prefiere zonas más bajas con una buena insolación, algo de calor y sustratos pobres en nutrientes. Todo esto la hace una planta perfecta para utilizar en jardinería en parterres de rocalla y con poco o ningún mantenimiento y por supuesto sin necesidad de riego adicional.

Sedum sediforme en terreno básico y pobre en nutrientes

Tiene una floración abundante, de color amarillo, entre finales de primavera y mediados de verano. Las semillas que produce se pueden utilizar para propagar la planta, pero la manera más eficaz es la de hacer varios trozos de un tallo y plantarlos o dejarlos simplemente sobre la tierra, de estos tallos aparecerán en pocos días unas raicillas que fijarán rápidamente la planta al suelo. Posteriormente saldrán nuevos brotes, haciendo que en muy poco tiempo tengamos una buena superficie colonizada con esta magnífica planta.

Se le atribuyen propiedades medicinales e incluso se hacen encurtidos para consumirla, pero a nosotros como más nos gusta es plantada en grandes macizos.


Mon Natural

viernes, 6 de noviembre de 2015

Porqué no vienen las aves a mi comedero?

No es la primera vez que oímos a alguien hacer esta pregunta y aunque las respuestas pueden ser varias y por motivos muy diversos, vamos a intentar dar una pautas y soluciones a este problema.

A veces, cuando nos planteamos ciertas interacciones con los animales, como la de instalar un comedero para aves, sólo nos paramos a pensar en lo que nos podría gustar a nosotros y en como nos gustaría verlo, darle una imagen atractiva a nuestro gusto y poco más. La verdad es que este es el primer error, ya que deberíamos intentar situarnos en el lugar de las aves y mirar de pensar como ellas. Sí, ya sé que eso es complicado, pero al menos podemos intentarlo.

Para empezar, vamos a poner un ejemplo para nosotros mismos.

Como actuamos a la hora de ir a un restaurante ?

En muchas ocasiones vamos a los restaurantes porque alguien nos lo ha aconsejado, tiene una buena y variada carta, los accesos son buenos y posiblemente tiene parking para clientes, cuando vamos un día lo vemos lleno de gente (no es la primera vez que vemos un restaurante vacío y  hasta nos da miedo entrar por si es muy malo). En definitiva, tenemos una serie de inputs positivos.

Pues bien, con las aves pasa lo mismo, pero exactamente lo mismo. Necesitan tener una buena zona donde comer, un menú variado, zona de aterrizaje y ramas varias para posarse y observar que pasa a cierta distancia, también les gusta la tranquilidad y que no se les moleste demasiado.

Una vez nos hemos hecho ya una idea de todo lo comentado anteriormente, lo primero que deberíamos hacer es observar si donde queremos poner el comedero hay actividad de aves o no. Si la hay, es buena señal y sabemos que cuando lo instalemos, lo van a ver seguro. Otra cosa que hay que tener muy en cuenta, es que tenemos que aprovechar esto, para identificar las especies que hay por la zona, ya que en función de estas, podremos saber que requisitos alimentarios tienen y en consecuencia rellenar nuestro comedero con la comida más adecuada.

Cuando ya tengamos claros todos estos conceptos, podemos instalar nuestro comedero y esperar a que alguna de las aves que rondan por la zona se percaten y se detengan a comer. Una vez haya pasado esto y si no ha habido ningún problema, este pájaro volverá al comedero en cuanto vuelva a tener hambre, cosa que será observada por otras aves que la imitarán.

También es buena idea la de colocar más de un comedero e instalar varios modelos diferentes, cada especie y cada individuo tiene sus preferencias.

Algunos comederos pueden llegar a tardar semanas o meses antes de empezar a funcionar a pleno rendimiento, así que paciencia !



Mon Natural

martes, 3 de noviembre de 2015

Cómo atraer mariposas a tu jardín

Uno de los aspectos que más nos ha interesado a todos desde siempre, ha sido el poder atraer a todo tipo de animales a nuestros jardines, terrazas o balcones. Quien no ha tirado migas de pan para que vengan los gorriones o palomas ?

En esta ocasión vamos a hablar de las mariposas, esos pequeños insectos con una capacidad de cambio entre el estado juvenil y el adulto, que sorprende a pequeños y grandes.

Muchos creen que atraer mariposas, a diferencia de lo que ocurre con las aves, es imposible, pero la realidad es bien diferente y con unos simples conocimientos sobre sus costumbres y necesidades, podemos alegrarnos la vista durante los meses de primavera y verano. Pero para esto lo que hemos de hacer, en primer lugar, es comprender un poco el ciclo de vida de estos insectos, ya que esto será básico para tener éxito en nuestro propósito.

Este ciclo empieza en forma de huevo, este huevo es depositado por la mariposa en algunas plantas concretas que luego servirá como alimento a la oruga. A estas plantas se las suele llamar plantas nutricias.

Las orugas comen de manera incesante para conseguir pasar de unos milímetros nada más nacer, a varios centímetros en pocos días o semanas. Posteriormente la oruga abandona la planta de la que se ha alimentado y busca un lugar apropiado para poder transformarse en crisálida y hacer la metamorfosis que la transformará en una mariposa.

Llegado el momento, la mariposa rompe la crisálida y sale al exterior, colgándose generalmente y dejando que las alas se le estiren gracias al bombeo de sangre hacia sus vasos sanguíneos. Una vez estiradas y endurecidas, la mariposa puede iniciar el vuelo.

Papilio macaon libando néctar de una flor de lavanda

Es a partir de este momento en el que la mariposa puede empezar a buscar su alimento, pareja para la reproducción y luego, si es una hembra, una planta adecuada para depositar los huevos y así continuar con su ciclo de vida.

Teniendo en cuenta toda esta información, vemos que hay dos momentos importantes en los que nosotros podemos incidir para atraer a las mariposas. El primero es con las plantas nutricias y el segundo es con las plantas que proporcionan directamente el néctar del que se alimentan las mariposas.

En cuanto a las plantas nutricias, la mayoría de orugas tienen una o algunas plantas de las que se alimentan exclusivamente, por ejemplo, la mariposa del geranio, como muy bien sabemos, se alimenta del geranio, otras como las blancas de la col, como su nombre indica se alimentan de coles y otras crucíferas, la macaón se alimenta de hinojo y ruda, por lo que sería muy sencillo colocar unas macetas con estas plantas para sus orugas. Y así con todas las mariposas diurnas. Cada una con su planta o plantas nutricias.

Hay muchas guías de naturaleza que hablan de cuales son las plantas nutricias de las diferentes especies de mariposas, por lo que consultando estas guías, siempre podremos plantar lo que nos interesa y dejar que las orugas se alimenten de ellas. Además, la consulta de estas guías nos va a permitir saber que especies potenciales tenemos en nuestra zona y por supuesto a identificarlas.

Y en segundo lugar, como ya hemos dicho, la otra manera es la de poner plantas que alimenten a las mariposas, que normalmente no tiene porqué ser la misma planta que la de las orugas, ya que las mariposas, como hemos comentado antes, se alimentan del néctar de las flores.

Así pues, si elegimos un rincón de nuestro jardín o terraza y plantamos ejemplares de plantas productoras de flores con néctar, seguro que tendremos un buen número de mariposas alimentándose en primavera y verano de estas flores. Algunos ejemplos de plantas adecuadas para este fin, puede ser la Budleja o arbusto de las mariposas, el romero, girasol, caléndula, lavanda, margaritas, verbena, etc...

No nos olvidemos que a muchas mariposas les encanta tener un sitio para poder beber y algo de tierra húmeda donde poder obtener sales minerales, también es importante tener en cuenta que a las mariposas les atrae más un macizo de flores con colores vivos que plantas situadas individualmente. Otra cosa que les encanta es el sol, una terraza o jardín bien soleado tendrá mucho más éxito que si es umbrío.



Mon Natural

sábado, 31 de octubre de 2015

Mantenimiento de Chamaeleo calyptratus


Introducción

El camaleón velado o del Yemen es el típico camaleón con el que la gran mayoría de gente se inicia en el mundo de los camaleones y es que este es uno de los camaleones más fáciles de mantener, su adaptabilidad y su gran rango de tolerancia en los diferentes parámetros de temperatura y humedad, hacen que casi todos podamos ofrecerles una condiciones óptimas para su mantenimiento.

Pero desgraciadamente, pese a esta facilidad en su mantenimiento, en muchas ocasiones las condiciones en las que algunos aficionados mantienen a sus animales, no son las más ideales o en todo caso son bastante mejorables.

Muy a menudo sucede que se dan por buenos escritos o investigaciones de hace muchos años y no se presta atención a que todo cambia, evoluciona y que por suerte algunos aficionados se molestan en buscar las condiciones de vida de sus animales en su lugar de origen intentando trasladar esto a sus terrarios, con lo que se supone, se mejoran las condiciones de mantenimiento. Y ya no digamos, los que se dedican a copiar y pegar todo lo que les parece bien sin pararse ni tan sólo a perder un minuto analizando si esa información que se da es buena o no y claro, eso se traduce en que en muchos foros se dan recomendaciones a todo el que solicita información de mantenimiento de su camaleón, sin ni tan sólo haber cuidado uno en su vida. Pero claro, como lo han leído no se sabe donde y lo pone en todos sitios porque todo el mundo lo repite, pues debe ser cierto, no ?

Aquí intentaremos ofrecer información sobre el mantenimiento de esta especie con datos contrastados y experiencias reales de algunos criadores, además de información sobre el hábitat de la especie, factor fundamental para entender las necesidades del camaleón en su día a día.



Descripción del hábitat

Como ya hemos comentado anteriormente, el hábitat de una especie es el principal factor y por supuesto el más determinante a la hora de entender las necesidades de esta, por este motivo lo primero que hemos de hacer es situar la distribución de la especie en el mapa.

El camaleón del Yemen, como su nombre bien nos dice, procede básicamente de este país, el cual se sitúa al SW de la península arábiga, teniendo sus poblaciones más importantes en los alrededores de las ciudades de Ibb o Taizz. Una vez localizada la zona de procedencia y mirando un mapa mundi, podemos ver con facilidad que Ibb se encuentra a una latitud de 13° 58' 0" N, esto a simple vista lo que nos dice es que se encuentra muy cerca del trópico, por lo que su clima debería ser de este tipo, pero no es así, ya que estas ciudades se sitúan al pie de las montañas más altas de toda la península arábiga con picos que superan los 3700 m. eso sí, estas ciudades rondan los 2000 m. (Ibb 2050 msnm)

Esta altitud cambia radicalmente el carácter cálido que nos podría marcar la latitud y nos vemos obligados por la altura a revisar datos climáticos de la zona, donde podemos observar que junio o julio son los meses más cálidos con temperaturas máximas medias de 30°C. y con diciembre y enero con temperaturas mínimas medias de 8°C. Así mismo, las precipitaciones son relativamente abundantes para la zona donde se encuentra, a priori desértica y es que las montañas hacen de barrera para los vientos alisios que vienen cargados de humedad desde el Mar Rojo, provocando la ascensión de estos por sus laderas, condensando su humedad y generando tormentas locales que suelen ser más abundantes en los meses de verano, motivo por el cual son los meses más cálidos los más lluviosos, con acumulaciones que van de 500 a 1200 mm de precipitación anual dependiendo de la altitud en la que nos encontremos en la ladera de estas montañas, siendo mayor la precipitación cuanto más altos nos encontremos.

Toda esta información se puede buscar y contrastar, por ejemplo en wikipedia  o en WWF

No olvidemos que estamos hablando de temperaturas medias, por lo que las máximas o mínimas absolutas son mucho más extremas. En la literatura especializada sobre el clima de Ibb se comenta que las heladas, aunque raras, se suelen producir, incluso se dice que las colinas circundantes alguna vez han llegado a cubrirse de una fina capa de nieve.



Mantenimiento en terrarios de interior

Una vez que nos hemos informado de todo lo anterior, vemos que hay varias cosas que nos llaman la atención, pero la principal es la de la temperatura, que no tiene nada que ver con lo que nos dicen todos los libros, foros, etc... 

Una de las cosas que hay que evitar es la de poner calefacción a estos animales, NO LA NECESITAN !!

Incluso en el mes más cálido, las temperaturas máximas medias son de 30°C. y la media de las mínimas de 19°C. mucho más fresca que cualquiera de las temperaturas que tenemos nosotros en este mes en el interior de nuestras viviendas, pero es que en el resto de meses pasa exactamente igual, dejando las máximas medias de los meses más fríos en 21°C y las mínimas medias en 8°C. 

Todo esto y para no marearnos demasiado con temperaturas arriba y abajo, lo que nos indica son dos cosas básicas. La primera es que la oscilación térmica entre el día y la noche es muy importante, entre 10 y 15°C. por lo que deberíamos procurar que la temperatura ambiente del terrario bajara por la noche cuantos más grados mejor, nunca vamos a llegar a los parámetros de su hábitat, pero al menos no les pongamos ningún tipo de calefacción nocturna a estos animales porque lo único que provocaremos con esto es impedir el necesario parón metabólico nocturno con la bajada de temperatura y con eso acortar la vida de nuestros animales.

De la misma manera, deberíamos facilitar un importante cambio de temperaturas con el cambio de estaciones y si bien en los meses más fríos, con la "salida del sol" o puesta en marcha de las luces la temperatura ha de subir lo suficiente como para permitir que el camaleón se caliente y haga vida normal, por la noche debería hacer frío. No olvidemos que en Ibb, concretamente, se pueden dar algunos días temperaturas bajo cero y puede nevar en algunas de las montañas que hay detrás de la ciudad. 

No es necesario poner el terrario en las noches de invierno a 5°C. pero sí dejarlo bajar todo lo posible y olvidarnos de las calefacciones nocturnas.

Tratado el tema de la temperatura vamos a abordar otro factor importante como lo es el de la humedad y precipitación, aspecto que normalmente tampoco se investiga lo suficiente y se acaban cometiendo errores que algunas veces resultan fatales para los camaleones.

En muchos sitios se habla, o recomienda directamente, de pulverizar varias veces al día los terrarios de los camaleones, pero a nuestra forma de ver esto es una auténtica salvajada. Personalmente no creo que haya ningún sitio en el mundo en el que llueva cada día del año y además entre una y cinco veces diarias. Podemos encontrar zonas tropicales con lluvias prácticamente diarias en la estación húmeda, pero sólo eso y además tienen una estación seca de varios meses.

Una de las razones que se aducen para pulverizar o programar el sistema de lluvia artificial con esa cadencia es la de mantener un humedad alta, pero al igual que pasa con la temperatura, la humedad tampoco se mantiene constantemente alta, ni durante el día, ni durante todas las estaciones. Está claro que en los meses de verano, siendo estos los meses más lluviosos en su hábitat, la humedad será más alta y los más fríos y con menos precipitaciones, serán más secos, por lo tanto nuestros terrarios han de tener importantes fluctuaciones de humedad que imiten lo que sucede en sus hábitats y eso se traduce en que las pulverizaciones o sistemas de lluvia sólo han de actuar como mucho de uno a tres días por semana como mucho y por supuesto no más de una vez al día. No hace falta más, el camaleón no lo necesita, es más, le puede llegar a ser perjudicial tanta humedad, ya que no es la primera vez que se ven camaleones con problemas de hongos en la piel, problema que muchas veces se soluciona bajando la humedad en los casos menos graves.

También se dice, se comenta, se... que estos camaleones necesitan beber cada día. Falso, no es cierto, ni lo necesitan, ni lo hacen en su hábitat. Beben cuando pueden, cuando ha llovido o cuando se forma rocío sobre las hojas y eso no sucede ni cada día, ni mucho menos, varias veces al día. Y no lo hacen no porque lo diga yo, si no simplemente porque esas condiciones de lluvia o rocío diario no se dan en su hábitat. Por lo que al igual que lo comentado en el párrafo anterior sobre la humedad y los días en que pulverizar o conectar el sistema de lluvia, para dar de beber al camaleón podemos aprovechar esos días que comentábamos anteriormente.

No olvidemos que estos camaleones, al igual que muchos otros, necesitan terrarios abiertos, sin cristales, simplemente con algún tipo de malla que impida su fuga y esto es debido a que si se los mantiene con terrarios completamente cerrados y sin ventilación, acaban enfermando y muriendo y esto pasa en gran medida por el exceso de humedad entre otros factores.

Y ya que estamos con el terrario, diremos que son preferibles, como ya hemos comentado, terrarios con buena ventilación y eso se consigue con al menos una de las caras de tela mosquitera o cualquier otro tipo de malla similar. Evidentemente si tiene todas sus caras con mosquitera pues no hay problema, de hecho lo ideal es disponer de un árbol o arbusto de pequeño tamaño que podamos situar en alguna habitación o el el comedor en el que podamos dejar el camaleón suelto. Os aseguro por propia experiencia y la de algunos compañeros, que rara vez bajan de su arbusto y es una gozada verlos sin puertas y mosquiteras por delante.

Otro tema bastante controvertido suele ser el de la iluminación y no por el número de horas, si no por la calidad de la misma. Se suele aconsejar colocar bombillas o fluorescentes con aporte de radiación principalmente UVB, radiación imprescindible para estos animales, pero hay que vigilar, porque la mayoría de las veces esta radiación no llega al animal por diferentes motivos, mosquitera demasiado densa, mucha distancia desde el foco al animal, bombilla o fluorescente agotados en poco tiempo, etc... al final tenemos que nuestro animal no recibe absolutamente nada de esta radiación, así que lo mejor para asegurarse de que le llega lo que necesita es medir con alguno de los aparatos que venden en el mercado.

Otra opción, mucho mejor es la de hacer que nuestro animal tome durante algunas horas al día baños de sol sin que ningún cristal de alguna ventana se interponga entre el sol y el camaleón.



Mantenimiento en terrarios al aire libre

Este es uno de los puntos más importantes y que más dudas suscita. Mucha gente aun se pregunta aquello de: Se pueden mantener estos camaleones al aire libre o en condiciones de semi libertad ?

La respuesta evidentemente es sí y un sí rotundo. Es más, después de ver algunos ejemplares tras algunos años pasando todo el año o buena parte de este al aire libre, uno se da cuenta de que el animal tiene mucha más actividad, un comportamiento más natural y se ve con una coloración mucho más intensa.

Aquí el tema creo que está claro, el hecho de tener siempre aire limpio, poder tomar el sol cuando quiere, disfrutar de un rango de temperatura y humedad mucho más adaptado a sus necesidades con fluctuaciones entre el día y la noche además de las estacionales, etc... hacen que todo esto repercuta positivamente en la salud del camaleón.

Aun así, lo que no podemos hacer es coger de golpe y porrazo a un animal adaptado a vivir en el interior y sacarlo sin más. Lo ideal sería sacarlo en primavera, cuando las temperaturas mínimas ya no han de bajar de 10°C. así nos aseguramos una adaptación del animal con la progresiva subida de temperaturas.

Lo primero que hay que hacer es comprobar las condiciones climáticas de nuestra población y a ser posible de lugar donde vamos a situar el terrario, ya que no es lo mismo estar en la costa mediterránea que en el interior, donde los inviernos son más intensos. Como tampoco es lo mismo tener una orientación al NE que al SW, por poner un ejemplo. Tampoco es lo mismo tener una terraza abierta a los cuatro vientos que un balcón medio cerrado que en verano puede ser un horno, pero en invierno hacer de invernadero.

Si una vez comprobadas estas condiciones vemos que nos acercamos en gran medida a las que hemos comentado anteriormente sobre el hábitat de esta especie, pues seguramente podremos mantener a nuestro camaleón durante todo el año al aire libre, pero si nos alejamos de estas condiciones tendremos que tomar precauciones y proteger de alguna manera al camaleón durante los meses más fríos. Evidentemente si no podemos protegerlo, lo ideal sería trasladarlo al interior hasta que suban las temperaturas.

El único factor que será imposible igualar es el de las horas de sol. El hecho de que su hábitat esté situado a una latitud tan baja, permite al camaleón disponer de unas cuantas más de horas de insolación de las que pueda tener aquí en invierno, pero eso se puede "compensar" con una orientación sur maximizando de esta manera el número de horas de insolación. Eso sí, no olvidemos que en invierno el sol está muy bajo y no sólo reduce las horas, si no que también lo hace la radiación. De todas formas yo prefiero dos horas de sol de invierno que cuatro de iluminación artificial.

Mucha gente se pregunta por lo que le puede pasar al animal con la lluvia y el viento. La respuesta es nada, ya que ellos buscarán siempre el lugar donde más les apetezca estar y aunque se mojen, esto no supone un problema para ellos y en cuanto al viento, no es lo mismo éste, que las corrientes de aire dentro de nuestras viviendas, que por lo general son corrientes frías que se producen al ventilar en invierno y que pilla a los camaleones desprevenidos y calentitos. Estas sí que son problemáticas.

Todos estos datos provienen de algunos criadores que han mantenido durante años a sus animales bajo estas condiciones sin problema alguno.



Otras consideraciones

No vamos a entrar a comentar el tema de la alimentación o la reproducción, ya que aunque lo consideramos importante, esto ya se trata en muchos foros, webs o libros de manera más o menos adecuada, por lo que no es necesario repetir mil y una vez lo que ya se comenta en otros sitios.



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